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28 de enero Eloy Alfaro la “Hoguera Barbara” de su vida

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Un 28 de enero de 1912 el expresidente de Ecuador, Eloy Alfaro, muere junto con sus colaboradores en la forma más macabra a manos de una turba enceguecida y movida por intereses políticos cuya escena se denominó la “hoguera bárbara” cuando el historiador ecuatoriano, Alfredo Pareja Diezcanseco, escribió su obra con este título.

En el año 2005, se desarrolló una especie de concurso nacional promovido por un programa de televisión, donde se elegía al “mejor ecuatoriano de todos los tiempos”, cuestionado evento cuyo resultado fue también discutido.

Nadie desconoce los diferentes proyectos que se concretaron en los mandatos de Eloy Alfaro, no obstante, si de “mejores ecuatorianos hablamos”, faltarían ya no las hojas, sino espacios en los servidores para llenar de nombres destacados, refiriéndonos a la era digital.

Es importante tomar en cuenta que nadie debe ser endiosado, una cosa es admirar la labor de una persona, pero otra muy distinta es crear dioses de barro para su adoración.

Por otra parte, es esencial en la vida, conocer a fondo sobre nuestra historia, los personajes, sus acciones, intereses que siempre se juegan lamentablemente cuando están en el poder. Nadie puede considerarse limpio de culpabilidad, especialmente dentro de la política, por supuesto mal utilizada por quienes en su momento estuvieron o están en el gobierno.

Breve reseña histórica de Eloy Alfaro

Eloy Alfaro nació en Montecristi, provincia de Manabí en 1842. Fue militar y político ecuatoriano, denominado el máximo representante del liberalismo radical, fue presidente de la república en los períodos 1895-1901 y 1906-1911.

Alfaro era hijo del comerciante español Manuel Alfaro y la manabita Natividad Delgado. Su padre se dedicaba a la exportación y Alfaro participó en los negocios paternos, viajando al Perú, Colombia, América Central y el Caribe.

En 1864 participó en una fracasada insurrección contra Gabriel García Moreno. Exiliado en Panamá, emprendió allí varios negocios con éxito. En 1872, y siendo ya un hombre rico, contrajo matrimonio con Ana Paredes Arosemena, hija de uno de los notables del Istmo.

La fortuna que hizo Alfaro, le permitió financiar el exilio de Juan Montalvo en Colombia, donde protegido por otros liberales y masones, según cuenta Pedro Freile, escribió “La dictadura perpetua”, incendiario escrito que se cuenta entre los principales motivadores del asesinato a García Moreno, hecho sucedido en 1875.

Tras estos sucesos, Alfaro volvió al Ecuador y combatió al gobierno de Antonio Borrero. Apoyó el golpe de Estado de Ignacio de Veintemilla en contra de Borrero, el 8 de septiembre de 1876, tras el cual fue nombrado coronel. Pero meses después se declaró contrario a Veintemilla, que no cumplió el programa liberal prometido.

A inicios de 1883, Alfaro fue proclamado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas y organizó un ejército que derrotó a Veintemilla en1883.

Luego de estos acontecimientos, una Asamblea Constituyente eligió presidente a José María Plácido Caamaño, frente a Alfaro, sostenido por los liberales.

En 1884, cuando Caamaño se instaló en el poder, Alfaro encabezó una nueva revuelta que suspendió tras casi cuatro años de lucha, dedicándose entonces a los contactos internacionales.

Sus adversarios se referían a él con el sobrenombre burlesco de «general de las derrotas», debido a sus fracasos militares.

Pero las cosas cambiaron al estallar el escándalo de «la venta de la bandera», el 3 de enero de 1895.

En junio de ese año se desató la Revolución Liberal en Guayaquil: el presidente Luis Cordero debió renunciar, y Alfaro, que estaba en Panamá, fue proclamado jefe supremo.

Alfaro llegó a Guayaquil el 19 de junio de 1895, e inmediatamente preparó el ataque contra los conservadores, atrincherados en la Sierra, a quienes los liberales derrotaron en San Miguel de Chimbo, Gatazo y El Girón antes de llegar a Quito, el 4 de septiembre.

Para el 12 de enero de 1897, una Asamblea Constituyente, tras expedir la undécima Constitución, se pronunció por el liberalismo y eligió como presidente a Alfaro.

Imagen: Revista Crisis

Durante su primer gobierno, que concluyó en 1901, Alfaro se dedicó a consolidar el triunfo liberal, a establecer la separación entre la Iglesia y el Estado y a impulsar la construcción del ferrocarril entre Quito y Guayaquil.

En el segundo gobierno alfarista, vigente entre enero de 1906 y agosto de 1911, se promulgó la Constitución de 1906, «la carta magna del liberalismo ecuatoriano»; se continuó la construcción del ferrocarril transandino, que arribó a Quito el 25 de junio de 1908; se consolidó la secularización en la enseñanza pública, y se realizaron también obras de infraestructura y comunicación.

En 1910 el conflicto limítrofe con el Perú estuvo a punto de provocar la guerra. Entretanto, se produjeron fisuras en el partido liberal, donde se enfrentaban el liberalismo radical de Alfaro y el liberalismo oligárquico de Leónidas Plaza Gutiérrez.

En las elecciones de 1911, el gobierno alfarista impuso a su candidato Emilio Estrada mediante un fraude, pero Alfaro se arrepintió de tal maniobra y quiso obtener la renuncia de Estrada mediante la convocatoria a un congreso extraordinario.

Para entonces, el placismo se había aliado con Estrada en contra de Alfaro, que fue depuesto por el pueblo y el ejército y debió abandonar el país.

Entonces asumió el poder Carlos Freile Zaldumbide, quien entregó la presidencia al electo Emilio Estrada en diciembre de ese año. Pero Estrada falleció y Freile Zaldumbide asumió la presidencia.

Alfaro y otros dirigentes radicales regresaron al país pensando influir en la designación de un nuevo mandatario, pero Freile Zaldumbide los apresó en Guayaquil.

Trasladados a Quito, el 28 de enero de 1912 una turba asaltó la prisión y acabó con Eloy Alfaro, Flavio y Medardo Alfaro, Luciano Coral, Ulpiano Páez y Manuel Serrano. Sus cuerpos, arrastrados a modo de trofeos sangrientos por la ciudad, fueron quemados en El Ejido.

¿Quién fue realmente Eloy Alfaro?

Considerado, por unos, paladín de las libertades e instaurador de la democracia en su país, fue, para otros, la encarnación del anticlericalismo y del despotismo político.

Su militarismo, prepotencia y carácter dictatorial lo llevaron a conculcar los derechos de sus adversarios en nombre de la ideología radical de su partido, y le ganó la airada protesta de los intelectuales del país y el rechazo, y el odio incluso, de muchos de sus copartidarios.

Eloy Alfaro nunca llegó al poder de manera democrática, sin embargo, cuando alguno de sus coidearios lo hacía (comenzando por el propio Leonidas Plaza quien debía ser su coideario) no tardaba en querer arranchárselo.

Miles de ecuatorianos murieron a causa de las revueltas instauradas por Eloy Alfaro por un ideal que no ha quedado claro hasta el momento. La mayoría de los enfrentamientos no fueron precisamente entre liberales y conservadores, sino entre los propios bandos alfaristas.

Su anticlericalismo arrasó con las costumbres de un pueblo casi en su totalidad católico en ese entonces. La supuesta reforma del país que tanto proclamó y que aún lo hacen sus admiradores nunca fue tal.

¿Fue el logro de Alfaro el ferrocarril?

El gran logro de Alfaro, según ha sido escrito por historiadores y varios medios de comunicación, es el ferrocarril que unió Costa y Sierra, como argumento que muestra su anhelo de cohesión patriótica y unión del Ecuador.

Pero en realidad, el precursor de la obra del ferrocarril fue el presidente Gabriel García Moreno, quien inició este proyecto después de que la Asamblea Constituyente de 1861 autorizó la contratación para la construcción de la línea férrea, según detalla el historiador Francisco Núñez.

Ya en 1873 García Moreno, pone al servicio 91 Km de vía en la costa ecuatoriana desde Yaguachi hasta Milagro. Después de su muerte las obras se fueron haciendo más lentas, hasta detenerse.

Alfaro, gracias a un negociado con Hartman, lo continuó, pero haciendo muchos tramos de nuevo y por vías poco técnicas.

Los alfaristas piensan que el mayor logro del ingenio industrial ferroviario es la Nariz del Diablo, destrozando en algunos tramos la carretera que había iniciado el verdaderamente precursor: Pedro Vicente Maldonado.

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Se dice que se modificó la ruta para hacer pasar el tren por haciendas de amigos y protectores de Alfaro. Hartman, terminó siendo el dueño del ferrocarril.

La famosa vía del ferrocarril finalizó recién el 26 de agosto de 1957 con el tramo Quito-San Lorenzo, no obstante, lo poco técnica que siempre fue esta obra, nunca llegó a ser realmente un medio de transporte importante, y fue cayendo en el olvido y el deterioro hasta el gobierno de Correa que ha tratado de darle un nuevo impulso, pero con poco éxito. Recordemos que Correa también se autoproclamó seguidor de Alfaro, pero todos conocemos la historia del expresidente de la denominada “revolución ciudadana” y los casos de corrupción que ha denunciado el propio gobierno de Lenin Moreno.

Qué lecciones nos deja el laicismo

No solo es una ola, es un verdadero tsunami de violencia, entre robos, violaciones, secuestros, narcotráfico, en fin, que estamos viviendo hoy en día, es decir una serie de antivalores que se han arraigado en la sociedad.

¿Por qué será?

Eloy Alfaro implantó el laicismo, que, para muchos en ese entonces, fue lo mejor que pudo haber hecho en su gobierno. En realidad, el laicismo no es negativo, es importante separar la Iglesia del Estado, porque ni la Iglesia debe intervenir en asuntos temporales, ni el Estado tiene por qué meter las narices en asuntos espirituales, pero la forma en que emprendió este afán Eloy Alfaro fue cuestionada, su lucha fue contra la convicción del 99% de la población cristiana en ese entonces, de allí que: ¿dónde quedó la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de culto, el libre ejercicio de la vocación?

¿Es justificable pretender barrer la influencia de la Iglesia en un pueblo, acosando a los practicantes, coartando las libertades de los creyentes, e incluso persiguiendo y asesinando a quienes defienden su fe?

En ese entonces las escuelas influenciadas por la Iglesia habían hecho tanto por la educación y la familia, los misioneros que estaban creando patria en el Oriente fueron expulsados, abandonando la Amazonía y dejando campo libre a las pretensiones peruanas en ese territorio.

Entre las famosas reformas de Eloy Alfaro están la de instaurar el Registro Civil para poder traer la «progresista» idea del matrimonio civil y la consecuente contraparte: el divorcio.

Desde el 2006 al 2016 los divorcios crecieron en un 83,45%, según datos del INEC.

¿Igualdad y democracia?

Luego de la implementación de las reformas de Eloy Alfaro, la sociedad inició un resquebrajamiento por la desvalorización del matrimonio y la familia, por la falta de cohesión basada en la religión mayoritaria, por el descuido en el que se dejó la educación.

Por si no lo sabían, la familia unida es la base de la sociedad para caminar firmes hacia el futuro. Una familia destruida siempre será el inicio de una sociedad perversa y maligna.

¿Si Eloy Alfaro realmente hubiera querido ser el pionero de los derechos de los ciudadanos, no creen que debió respetar por sobre todo el libre pensamiento de cada individuo y no imponer lo que él quiso?,

¿Si Eloy Alfaro hubiera querido ser el pionero de los derechos de la mujer, no creen que debió priorizar la educación a la mujer y su libre derecho al voto?

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La igualdad del hombre y la mujer no pudo ser dada por decreto, y en la ley era aceptada desde hace mucho, si bien no en la práctica (por ejemplo, el derecho al voto no le estaba negado, pero no fue explícitamente reconocido hasta 1920). Alfaro, que se tenga prueba documental, no hizo nada por cambiar esto.

Tampoco en lo de los indígenas, ni en ninguna otra igualdad: siempre favoreció a sus amigos y coidearios, en detrimento de cualquiera que esté en contra.

Una de las frases de Alfaro: ¿Democracia? ¿Quién dijo “no podemos perder con papelitos lo que hemos ganado con fusiles”?

¿Quién mató a Alfaro?

A Alfaro lo mató el odio de los coidearios con los que permaneció enemistado, simplemente porque no siempre le dieron el lugar de «caudillo» que él creía merecer.

Plaza, a través del presidente Freile, y éste por medio de sus ministros y sus subalternos, ejecutó el bien urdido plan para acabar con alguien que «ya no era útil para sus intereses».

Nada de esto podía haberse planeado, por negras que hayan sido las intenciones políticas. Sobre todo, queda claro que el conservadorismo o un clero enfurecido tuvo nada que ver con su muerte como se ha pretendido hacernos creer.

Con información de:

https://www.biografiasyvidas.com/

http://dentrodetusllagas.blogspot.com

INEC

Imagen: Retrato hecho en Guayaquil por Julio Bascones 1883

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Written by Hazte Ver Ecuador

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